En el mediodía del jueves 19, en un colmado Teatro Presidente Alvear, se vivió uno de los momentos más emotivos de Tango Buenos Aires: amigos, público y familiares recordaron al recientemente fallecido Rubén Juarez. Su hija Lucila, Julia Zenko, Raúl Lavié, Guillermo Fernández y Chico Novarro, acompañados por algunos de los históricos músicos del “Negro”,
rindieron homenaje a un artista único, pasional, virtuoso, dueño de la extraordinaria virtud de cantar y tocar el bandoneón a la vez.
rindieron homenaje a un artista único, pasional, virtuoso, dueño de la extraordinaria virtud de cantar y tocar el bandoneón a la vez.
El espectáculo comenzó con una sucesión de imágenes del gran Rubén de todas las épocas, con el Polaco Goyeneche, con Pichuco Troilo, con Chico Novarro y tantas otras figuras de la historia cultural argentina de los últimos 40 años. Un aplauso cerrado del público dio paso a la aparición de su hija Lucila, que interpretó “Qué tango hay que cantar”. Le siguieron Chico Novarro con el estreno de “Aguante Negro” --con letra de José Angel Trellez--, Raúl Lavié para cantar “Mi bandoneón y yo”, y Guillermo Fernández con una bella versión de “Canilla”, clásico de clásicos del repertorio del gran Rubén. Como dijeron todos, el “Negro” estaba presente en el Teatro y también, como sugirió Chico Novarro, estará tocando el bandoneón para el de arriba.
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Carlos