Una pareja rosarina logró el segundo puesto

María Soledad Cantarini, de 31 años, y Diego Ezequiel Pérez, de 33, una pareja rosarina en la vida real y en el dos por cuatro, subieron ayer juntos al segundo lugar del podio de la categoría de “tango de salón” en la octava edición del Mundial de Tango que se
 celebra en el Luna Park de Buenos Aires:  una fiesta en la que compitieron 400 parejas de todo el mundo y donde actuaron figuras como Leopoldo Federico y Rubén Blades.

   Novios desde hace cuatro años, María Soledad y Diego dialogaron con La Capital poco después de recibir el galardón. Emocionados y sin parar de atender el teléfono, le dedicaron el premio a sus “familias, amigos y alumnos”.

   Ambos enseñan tango a “gente de entre 18 y 80 años” en una escuela que tienen en Ovidio Lagos y Santa Fe. El baila desde hace doce años y ella desde hace cinco. Se vienen presentando en los mundiales y siempre terminaron entre los diez primeros, pero esta vez salieron segundos: “Aún no lo podemos creer”, agregó Diego antes de explicar que la final del certamen consistió en improvisar tres bailes, durante diez minutos, al ritmo de orquestas como las de D’Arienzo y Pugliese.

Milongueando. La categoría “tango salón” se asemeja al baile popular de las milongas. Por reglamento, la pareja no puede separarse mientras dure la música y debe trasladarse constantemente en sentido contrario a las agujas del reloj. El cuerpo de uno de los miembros de la pareja debe estar contenido todo el tiempo por el abrazo del otro y se prohíbe levantar las piernas más allá de la línea de las rodillas.

   En la final de ayer compitieron 40 parejas de Japón, Alemania, Italia, Grecia, Colombia, Estados Unidos, Uruguay, Venezuela, Portugal, Chile y Rusia y los ganadores fueron también argentinos: Sebastián Jiménez, de 18 años, y María Inés Bogado, de 29. El tercer premio quedó en manos de la japonesa Naoko Tsutsumizaki, que bailó con el argentino Cristian López.
Diario La Capital
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